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Este blog ha ido tomando su forma...creo que ahora ya sé lo que es. Aquí soltaré de todo pero, sobre todo, fotografías. O eso creo.
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viernes, 30 de abril de 2010

Psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas...

¡Qué magia la de la mente humana! ¡Qué laberisno desconocido para el propio individuo que se pierde tan a menudo en la maraña de su yo mismo! ¡De cuántas maneras nos puede sorprender el grito del animal enjaulado que llevamos dentro!
¿Cuánto, hasta dónde somos capaces de aguantar? ¿Cuánta tensión? ¿Cómo y por dónde puede salir?
¿Por qué el psicoanálisis triunfó en Argentina y en España aún está en "ropa interior"?
¿Por qué a los psiquiatras les gusta tanto extender un "cheque" químico?
Hablar, hablar, contar, contar, sacar, sacar...todo lo que hay dentro. Hilvanar, colocar la habitación del piso a nivel de calle en que nos alojamos; a camino entre el sótano y la buhardilla - como decía Bachelard -.
Análisis y excavación son todo uno. Se trata de rescatar las ruinas del Foro Romano que las etapas de la historia han sepultado - algo así dice Freud en El malestar en la cultura, si no me equivoco profundamente -. Se encontrarán todos los impedimentos que se quieran, pero la suerte del diálogo y del desentierro sanan. Porque nos hacen conocernos y casi por sí solos nos proponen antídotos, evitándonos actitudes absurdas y sin sentido a las cuales encontramos causa y desechamos.

¿Por qué odiaba a tal chica? Porque se llamaba como otra a la que odié. Así de fácil. Des pués de averiguarlo nos hicimos amigas.

Bueno, aquí dejo este arrebato pro-psicoanálisis que siempre he querido comentar. Y miro con recelo a ese psiquiatra que receta antidepresivos fuertes tras 25 minutos de conversación con un joven lleno de vida, aunque un poco hastiado de ciertas cosas de la misma. Como todos.
Eso sí, el psicoanalista es caro y quizá snob; lo acepto. Y forma "clan" y utiliza nombres raros como Miller o Lacan. Tendré que estudiar más.

http://www.wapol.org/

jueves, 22 de abril de 2010

Días pesados de sol de París

Esperas, esperas. La tarde va cayendo...y al final el dolor de cabeza o el ligero hormigueo del estómago o tu consciencia te saca a la calle para hacer algo, para no quedarte paralizada, porque quien no se mueve, muere.
La ostentación parisina es a veces desoladora, pero ilumina.
¡Qué hacer?
Finalmente coger la línea 6, cambiar a la 10 y salir en un sitio desconocido. Comenzar a andar por el 16e y quedarse abrumado es todo uno. Y, en una recóndita calle encontrar la Fundación Le corbusier. Una mierda para unos, líneas rectas estéticas para otros. Puede ser frío, pero tiene algo que me gusta. Es limpio y supongo que muy burgués. Qué le voy a hacer, uno no elige sus gustos.
http://www.fondationlecorbusier.fr/









Después de pasear por ninguna parte, dirigirse al Louvre: desconocido aburrido. Admirar a Delacroix y a da Vinci o Boticelli. Y quedarse estupefacta con las estatuas griegas (robadas). Sutil belleza, extraordinaria carnalidad. Una oda al cuerpo. Un cuerpo gracioso y vivo, lleno y relleno.
http://www.louvre.fr/llv/commun/home.jsp

Venus de Milo





Bellas curvas




Hermoso hermafrodita





Mañana vuelo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Días de espera

Esperanza, esperanza, esperanza...let it be...puta, es una puta.
Me levanto con los vapores del alcohol y de una conversación agitada. Borracha.
Recojo toda la habitación donde la tristeza se refugia entre cada doblez de la ropa. Pienso en las lágrimas que se agitan agarradas a las pelusas del suelo. No me duele la cabeza,pero estoy aturdida. Autómata, friego los platos de hace dos días, ordeno el frigorífico, vuelvo a la habitación, hago la cama, friego ropa a mano...
Estoy esperando.
Ayer fui polaca. Nasdrovia! -Acaso se escriba así- Los aviones volaban sobre nuestras cabezas, una batalla se libraba en esos Campos de Marte.
Sigo esperando.
En realidad tengo malas noticias. Mierda. No sé. La duda continuará hasta el momento preciso. Y estoy de vacaciones en París y hay sol y Notre Dame está perfecta y los parques llenos de gente. Pero no disfruto, porque estoy esperando para marchar. Mierda.
Voces y pájaros suben desde el patio lleno de ese sol...
Las sonrisas alcohólicas de ayer suben a mi cabeza...no entiendo por qué, por qué lo hice.
No se si podré ir, si llegaré. Entonces, ¿qué hacer?
No tengo ganas de hacer nada en realidad. Sólo espero...quizá un paseo, ir al café o buscar las casas de Le Corbusier escondidas entre estas calles...
Quiero estar sola, pero, al mismo tiempo, me gustaría tener a alguien al lado. Supongo que si se estuviera callado. Sólo compañía.
SU compañía. Pero eso no lo puedo tener.
El vodka seco de ayer hoy está húmedo en mis ojos.

lunes, 19 de abril de 2010

Primavera tóxica

A tí, mon chéri.

Ayer, la primavera me hacía volar sobre París y sólo oía el canto de los pájaros y olís el color de las flores. El jardín de mi patio trasero rebosaba vitalidad, sonreía. Los tulipanes, esas flores amarillas, los ramilletes blancos, la enredadera, el empedrado y un sol dorado que brillaba en cada hoja. Eso era París. Ayer.
Hoy, la nube tóxica cubre la ciudad y me taladra el cerebro. Hoy los gusanos salen de mis dedos y emponzoñan la mierda de la calle. El hedor lo inunda todo, la gente, esos caníbales hambrientos sacan sus lenguas y su carne y se exhiben grasientos a la luz de ese sol mendaz. La esperanza me da asco: ilusión de débiles, último bastión del cobarde. Soy débil. Soy cobarde.
París hoy me angustia, se troca en mueca irónica con todo su esplendor, tan insultante.
¡No puedo salir!¡Ya no quiero entrar!
No soy de un país ni de otro, soy un habitante de ninguna parte...pero no el alegre viajero del mundo, sino el errante caballero desterrado de su reino. Un reino arrebatado por esos débiles grasientos que se tuestan al sol, como langostas.



Y mientras tanto, el tiempo pasa en los Campos de Marte, bajo la Madame Eiffel...pasa corriendo y deja en mí esta primavera tóxica.

viernes, 9 de abril de 2010

Rainy days

Centre Pompidou





L'Île de Saint Louis







Une touriste



Montmartre