Imagínense el secreto mejor guardado de una familia noble cuyo patriarca es admirado por todos.
Imagínense la tensión de una familia rota, desscompesta, pútrida.
Imagínense la hipocresía de los familiares, las sonrisas.
Imagínense la locura, desesperación, el suicidio. El odio.
Imagínense el dogma.
Imagínense ahora una familia diferente, pero igual de aparente.
Imaginen una madre malvada, un padre ausente y unos hermanos malévolos.
Imaginen la crueldad, el odio, la manía, el desprecio, la ausencia.
Imaginen otro suicidio.
Imaginen el cine mudo de los '20 amenizado por una pieza musical en vivo (L'Octuor de France).
Ahí tienen la falta de amor.
Imaginen Festen y Poil de carotte. Tienen a Thomas Vinterberg y a Julien Duvivier.
Películas que despiertan en mí oscuros pensamientos, que vapulean y hieren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario