Esperanza, esperanza, esperanza...let it be...puta, es una puta.
Me levanto con los vapores del alcohol y de una conversación agitada. Borracha.
Recojo toda la habitación donde la tristeza se refugia entre cada doblez de la ropa. Pienso en las lágrimas que se agitan agarradas a las pelusas del suelo. No me duele la cabeza,pero estoy aturdida. Autómata, friego los platos de hace dos días, ordeno el frigorífico, vuelvo a la habitación, hago la cama, friego ropa a mano...
Estoy esperando.
Ayer fui polaca. Nasdrovia! -Acaso se escriba así- Los aviones volaban sobre nuestras cabezas, una batalla se libraba en esos Campos de Marte.
Sigo esperando.
En realidad tengo malas noticias. Mierda. No sé. La duda continuará hasta el momento preciso. Y estoy de vacaciones en París y hay sol y Notre Dame está perfecta y los parques llenos de gente. Pero no disfruto, porque estoy esperando para marchar. Mierda.
Voces y pájaros suben desde el patio lleno de ese sol...
Las sonrisas alcohólicas de ayer suben a mi cabeza...no entiendo por qué, por qué lo hice.
No se si podré ir, si llegaré. Entonces, ¿qué hacer?
No tengo ganas de hacer nada en realidad. Sólo espero...quizá un paseo, ir al café o buscar las casas de Le Corbusier escondidas entre estas calles...
Quiero estar sola, pero, al mismo tiempo, me gustaría tener a alguien al lado. Supongo que si se estuviera callado. Sólo compañía.
SU compañía. Pero eso no lo puedo tener.
El vodka seco de ayer hoy está húmedo en mis ojos.
Mi cálida, aturdida, querida compañera, un abrazo... (A)
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